Pecco Bagnaia se hace con un hito antológico en MotoGP: nunca antes se había recuperado una distancia de 91 puntos. Ahora es el nuevo líder a falta de dos carreras.
Incluso cuando todo parecía perdido, no tiró la toalla. Pecco Bagnaia es la viva imagen del esfuerzo y de que la esperanza el lo último que se pierde. Desde este pasado fin de semana, el italiano lidera el Mundial de MotoGP. Un hito que muchos ya daban por perdido en la presente temporada y que, en vista de la mala racha que firmó en la primera parte de la temporada, parecía impensable. Uno de los grandes favoritos parecía quedarse en el camino, con un Fabio Quartararo que se iba de vacaciones de verano con una distancia más que cómoda, prácticamente sin preocupaciones. Pero todo ha dado un giro de 180º. MotoGP sigue siendo impredecible.
Lo imposible se ha vuelto más real que nunca. A falta de dos carreras para poner el broche de oro a la temporada, Pecco Bagnaia se estrena como nuevo líder del Mundial. Su tercer puesto en Australia, sumado a un nuevo pinchazo de Fabio Quartararo, le valió para recortar los dos puntos que les separaban. Y no solo eso: ahora aventaja al francés por 14 puntos, lo cual le da al de Ducati su primera bola de partido para ser campeón. Y no tendrá que esperar mucho porque su primera oportunidad llega ya esta fin de semana, en el Gran Premio de Malasia. En Sepang, al italiano le basta con ganar la carrera y que su rival, el piloto de Yamaha, no suba al podio. Todo está en juego, Quartararo no tira la toalla y el Mundial podría llegar abierto hasta Valencia.
Pero el gran hito de esta temporada ya recae en Pecco Bagnaia. El piloto de Ducati entra en los libros de historia de MotoGP incluso antes de ser campeón del mundo. Si es que finalmente lo consigue. Y es que el italiano firma un hecho antológico nunca antes visto en el campeonato: jamás nadie consiguió recortar una distancia de 91 puntos. De hecho, lo máximo registrado (desde que en 1993 se estableció el actual sistema de puntos) fue la remontada de Joan Mir el pasado 2020, cuando neutralizó una distancia de 48 puntos sobre Quartararo para acabar siendo campeón del mundo. O Marc Márquez, cuando recortó 37 y 30 puntos a Viñales en 2017 y Pedrosa en 2013, respectivamente.
Más de 150 puntos en nueve carreras
Pero la remontada se vuelve más espectacular cuando revisamos a conciencia los números. Es evidente que la temporada de Pecco Bagnaia no empezó, ni de lejos, como se esperaba. Partía como uno de los máximos favoritos al título, como el gran rival de Fabio Quartararo para un nuevo curso, pero su primer cero en Qatar daba a pensar que la Ducati igual no estaba tan fuerte como se había mostrado en la pretemporada. Desde entonces y hasta Jerez, la cosa no remontó: consiguió un punto en Indonesia, fue quinto en Argentina y Austin, octavo en Portugal y su primera victoria no llegó hasta el GP de España. Tras la primera alegría, más decepciones. Ganó en Mugello, pero sumó tres abandonos más en Francia, Barcelona y Alemania. Mientras, el de Yamaha conseguía tres victorias y tres podios más antes de verano.
Pero todo cambió. Bagnaia volvió con las pilas recargadas, con una Ducati todopoderosa y con la intención de revertir un inicio de temporada catastrófico. Y Assen fue el punto de inflexión. Ganó el GP de Holanda mientras Quartararo sumaba un primer cero y, desde entonces, el italiano sumó tres victorias más consecutivas (Gran Bretaña, Austria y Misano). Todo mientras en Yamaha el sufrimiento iba en aumento. Desde junio, ‘El Diablo’ no ha vuelto a ganar, tan solo se subió al podio en Austria y suma cuatro ceros desde que se retomó la competición tras las vacaciones de verano. 47 puntos más en su casillero frente a las 152 que ha sumado Bagnaia con cuatro triunfos, tres podios más y un cero en Japón que se pudo revertir rápidamente. Ahora solo depende de él mismo.
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